PIENSA, REFLEXIONA Y ACTÚA
Thomas Alva Edison es considerado el creador de la bombilla eléctrica; la diseñó tal como la conocemos ahora. Además de generar uno de los inventos más usados a nivel mundial, implementó una idea sobre el fracaso: él no tenía pena en comentar la cantidad de veces que falló al inventar la bombilla.
Una vez, un periodista le cuestionó sobre cómo se sentía haber fracasado mil veces antes de inventar la bombilla. Y él le contestó que “no fueron mil fracasos, sino un invento que requirió de mil pasos”. Edison, para muchos, fue el primero en hablar del fracaso en un sentido más positivo, como agente necesario en el camino para lograr tus objetivos.
No es malo el error si aprendemos de él. Es decir, no debemos tener miedo o detenernos por el temor a equivocarnos. El miedo tiene dos opciones: nos paraliza o nos impulsa; y si nos detiene, dejamos de intentar, dejamos de crear, nos estancamos.
El estar tan concentrados en no fallar genera que no apuntemos a logros más altos, es decir, que tengamos metas mediocres. Es normal que cuando fallamos nos lamentemos, pero hacerlo por largos periodos nos hace perecer. Lo que debemos hacer es un análisis profundo de lo que no funcionó y seguir experimentando, ahora con nuevos conocimientos.
La realidad es que nadie quiere fracasar, pero si queremos lograr grandes cosas tenemos que aceptar que eso es parte del riesgo a tomar para alcanzar nuevas metas y para incorporar nuevos aprendizajes.
Cuando desees lograr algo, pero sientas duda por temor al fracaso, pregúntate si lo que vas a lograr con esa meta o ese sueño vale más que el riesgo del fracaso. Te garantizo que la mayoría de las veces la respuesta es sí. Entonces, deja de preocuparte y comienza a emocionarte, comienza a materializar tus ideas.
Algo es cierto si quieres lograr cosas que nadie más ha logrado: tienes que prepararte para recibir críticas y hacer cosas que nadie más ha hecho.
Debes ser resiliente: se define como la capacidad humana de sobreponerse a los golpes de la vida o a las adversidades. Acepta el fracaso como parte del juego, la vida como una pista llena de retos que hay que superar y ten una actitud positiva ante la adversidad.
Fuente/Entrepreneur